Me.

Si ya lo sé, no soy para nada perfecta, y nunca lo seré. No soy la típica chica guapa, rubia, con ojos azules y cuerpo de escándalo que siempre va arreglada. Puede que tampoco tenga una personalidad arrasante o que llame la atención. Soy algo borde cuando lo son conmigo. No soy popular ni busco serlo. No soy la más lista de mi clase, ni soy de los típicos subnormales que sólo están ahí para hacer el idiota. No he estado con mucha gente a lo largo de mi vida, cosa que veo normal, lo prefiero así. Prefiero ser esa chica que no ha estado con casi nadie, a una cerda que ha estado con todo el mundo. No tengo pretendientes todos los días y nunca he buscado tenerlos. Mis amigos y amigas son normales, pocos y necesarios, como debería ser siempre. Tampoco soy buena cantando ni actuando, y tampoco me parezco a cualquier famoso guapo.
Pero, ¿sabes qué? Que poco a poco te vas dando cuenta de que quizás eso no importe. Porque soy yo, y supongo, que para algunos será mejor que todo eso.