domingo, 28 de abril de 2013

Entrada sin fundamento ninguno, sin sentido ni orden estricto.

Siempre me había preguntado quién sería esa persona que haría que yo buscara ser mejor persona, ser mejor chica, ser menos así y más de cualquier otra forma. Quién pondría mi mundo patas arriba sin quererlo, por quién yo daría lo que fuera, por quién recorrería lo que hiciera falta para verle aunque fueran 5 minutos, poder percibir ese olor, oír esa voz, sentir ese latir rápido del corazón... 
Sí, siempre me lo habría preguntado. Nada es perfecto. Ni siquiera yo puedo serlo para nadie, por mucho que me gustara. Ser la típica chica que no se avergüenza de sí misma, que no tiene reparos en hacer la idiota o hablar con el resto del mundo como si nada. Sé que algún día conseguiré serlo. Quitar esa vergüenza por quien lo merezca. Por esa persona que me demuestre que no tengo que preocuparme por una cosa u otra porque seguirá ahí, a mi lado. 
Todo ha dado un giro inesperado. No sé si hacia adelante o hacia atrás. Sólo sé que esta nueva oportunidad quiero aprovecharla, dure lo que dure, de una forma u otra. Y sé que la vergüenza no la voy a perder de un día para otro. No voy a ser perfecta, ni siquiera voy a acercarme. Me faltan muchos rasgos, tanto físicos como psíquicos. Y... Quien me quiera de verdad, sabrá aguantarlos. Enfadica, borde, fácil de picar, la típica que se calienta la cabeza con cualquier cosa, falta de atención, hasta de cariño... Sí, si hubiera que definirme, no me daría ningún adjetivo bueno. No porque no quiera. Me gustaría tener algo bueno en mí de lo que presumir, pero... De momento, no lo veo. Y quizás quede mucho para que consiga verlo.
Siempre me habría preguntado por quién mataría, por quién daría la vida o por quién sentiría que estoy viviendo el típico cuento de príncipes y princesas (aunque yo siempre había sido más de Tarzán o el Rey León), quién se ganaría un pedacito de este corazón, quién me haría sonreír con sólo dos palabras, con un gesto, quién haría que yo me levantara con ganas por las mañanas, que tuviera ganas de pasar una hora entre autobuses para ir a verla, quién haría que todas y cada una de las canciones, directa o indirectamente, me recordaran a ella. No sé si sería algo bueno o malo, dicen que hay que tener claro que los 'siempre' nunca se cumplen. Pero... Yo sé que siempre es mucho tiempo, pero no me importaría pasarlo contigo.
Siempre me habría preguntado... A quién tendría ganas de apretujar a todas horas, ganas de hacerle reír, ganas de hacerle llorar (de emoción y esas cosas, ¡nada de tristeza!), ganas de besar para callar, ganas de  vivir, de salir, de conocer mundo, de conocer gente, de que la gente vaya y venga de mi vida pero que ella siga ahí. ¿Quién iba a querer soportar a una niñata que sólo sabe escupir empalagosidades y hacer la idiota y que en el fondo no tiene nada bueno?
Quizás alguien haya, no sé. Quizás ya esté en mi vida. Quizás seas tú. O quizás no quieras serlo.
Pero... siempre me había preguntado quién sería la persona que haría que yo sintiera y quisiera hacer y darlo todo.
Y... bueno, creo que la he encontrado.